27 febrero 2008

Chicago, ciudad del viento

Bienvenido, Mr Marshall...

Del viento y de la nieve, al menos de momento. Pistoletazo de salida a la aventura americana, con Chicago como escenario principal de un concierto de intensidad, diversión, experiencias novedosas y mucha, mucha nieve. Sirva esta imagen como avanzadilla del gélido recibimiento que la cuna de Barack Obama ofreció a los 3 magníficos (Guille, Cris y Flipe) durante la noche pasada del día 25.

Comienza el espectáculo, una vez más. If reabre sus puertas no como prisión, sino como excusa para narrar las miles de anécdotas, visicitudes, alegrías y sinsabores de tan dichosos personajes en la capital del Midwest americano.

Bienvenidos al ardiente frío. Pasen y vean...

06 julio 2007

Vuelvo enseguida

Demasiadas anécdotas, fechorías, visicitudes, melodramas, historias para no dormir y abundantes cuentos chinos se acumulan encima de mi teclado. Partiendo del corpus cristi granadino, enlazando con raves en desguaces, partidos de drunken golfing, peleas diurnas a la puerta de antros, y, como no, batallas espartanas en Pamplona, mi espejismo de vacaciones no deja de darme ni un mísero respiro para aporrear el Qwerty. Les prometo que en cuanto siente cabeza y media, recuperaré la malsana costumbre de hablar (o escribir) más de la cuenta. Quién sabe, igual fue por algo que la curiosidad mató al gato...

08 junio 2007

De la noria, el corpus y los 101 dálmatas...


Ya están avisados. Todos ellos. Los de la noria, aguado, su mujer, la plana mayor de Realejos y los 101 dálmatas.... Que recen tó lo que sepan porque Granada vuelve a ser el epicentro del descontrol hasta el domingo, con Hugo, Coyo y el abajo firmante como soplantes protagonistas.

Recibirás noticias desde el foco de la noticia....

04 junio 2007

Bombas explotando en silencio

Por delante, 15 horas de sueño ininterrumpido y 2 días libres que me separan, no ya de ver las cosas con mayor claridad, sino simplemente de verlas. O al menos de empezar a intuirlas... Con la cabeza bajo la almohada, las persianas selladas a cal y canto, y las manecillas del despertador dobladas apuntando hacia ningún sitio, tan sólo pretendo acabar con una sensación de agotamiento que hacía tiempo que no lastraba, y que me impide discurrir con mediana claridad. Por lo menos con la necesaria para entender y asimilar, una vez más, cómo algunas miradas pueden compararse con los efectos de una bomba explotando en silencio.

No será hasta mañana, si los sueños apuñalandome por la espalda y sin avisar me lo permiten, cuando empiece a reordenar libros de páginas en blanco en la estantería siempre correcta de la lógica. No será hasta mañana cuando empiece a dar carta blanca a mi frialdad, cada vez más habitual, para analizar situaciones y justificar el absurdo. No será hasta mañana cuando encienda el puto teléfono móvil para no contestar. No será hasta mañana cuando deje de escuchar esa canción que me clava las espuelas en el alma y que tan bien conoces. No será hasta mañana cuando me salga de dentro cagarme en los diez reyes magos cuando me queme con el café o meta las converse en un charco lleno de mierda. En definitiva, no será hasta mañana cuando salga de un estado de doloroso aturdimiento desencadenado por un cansancio antinatural y que me hace, como puedes comprobar, plasmar por escrito algún que otro delirio falto de coherencia pero lleno a su vez de un profundo y empático sentido.

No será hasta mañana. Por lo menos, hasta mañana, cuando acepte que hay momentos y lugares en los que el mundo se detiene...

23 mayo 2007

Still alive...

...o por lo menos eso intento. En la medida de lo que me permite el mes de mayo, mes de las flores, primavera colorida, frescor mañanero, sí. Pero con Bolonia tocando los cojones a base de bien, plagando mi vida de una insoportable actividad interactiva estudiante-profesor (véase trabajitos a mansalva) de tal forma que yo me cago en mayo, en junio, en septiembre y en todos sus muertos más frescos. Eso, claro está, sin contar el trabajo de los fines de semana cada vez en una punta diferente de España, el papeleo emergente de Chicago (cuya habilidad para complicarse de un día para otro es comparable al hecho de casarse), y, cómo no, los exámenes a la vuelta de la esquina, látigo en mano y cuyo contenido ni siquiera me ha dado tiempo aún a empezar a preparar...

Como dijo una gran mujer ya por todos conocida: "cada día es peor, cada día es peor!!! Tengo la cabeza mal, me levanto fatal, lo sabéis de sobra!!! "

¿Alguien vende días de 36 horas?